Bienvenidos al 2007. Ajusten sus cinturones.
Otro año se nos fue. Es el momento de los buenos deseos y balances. Alguna que otra buena resolución, pero lo bueno es que el año se nos presenta como un calendario o una agenda nuevita, con todas las páginas en blanco, listo para volver a empezar. A veces pienso que los años que nos pasan no son más que una mera arbitrariedad. Es decir, alguien decidió que doce meses de 30 0 31 días (salvo uno) que a su vez cuentan 24 horas de 60 minutos, equivale a un año. ¿Es todo lo que significa un año? No es más que una pila de convenciones. Así corremos todo el tiempo atrás de los horarios, las fechas de vencimientos, de vez en cuando un feriado, no vemos la hora de que lleguen las vacaciones.
En definitiva a mí me parece que el tiempo no existe, es como la matemática, abstracción pura. Por eso es lo único "exacto" que tenemos en la vida.
Si uno se pone a pensar que para que algo nos cuadre tiene que ser producto de nuestra ínfima inteligencia (y no de la naturaleza) ahí uno se da cuenta que si no se hubiera inventado esa arbitrariedad todo se parecería más al caos que la vida es en realidad.
En definitiva a mí me parece que el tiempo no existe, es como la matemática, abstracción pura. Por eso es lo único "exacto" que tenemos en la vida.
Si uno se pone a pensar que para que algo nos cuadre tiene que ser producto de nuestra ínfima inteligencia (y no de la naturaleza) ahí uno se da cuenta que si no se hubiera inventado esa arbitrariedad todo se parecería más al caos que la vida es en realidad.
Pero no todo es malo en tomar convenciones como referentes. Ya sabemos que los seres humanos no somos perfectos, alguien hablaba sin embargo de perfectibilidad... ¿Somos perfectibles? No sé. Pero qué es sino esa manía de mirar lo que hemos hecho, de juzgarnos a nosotros mismos y a los otros; proponernos no cometer los mismos errores y dedicarnos a buscar soluciones a los problemas que hemos causado... todo eso es signo de querer mejorar, de querer crecer.
En esta época, cuando algo termina y otra cosa comienza, desfilan por nuestra memoria todo lo que ha pasado este año, a nivel personal, como social, político, internacional, en fin, lo que pasó en general. Sacamos conclusiones, y más tarde o más temprano tomamos resoluciones para que el año que comienza sea lo mejor posible. Y el año es buenito, porque todavía está en pañales, todavía no ha hecho nada de malo, está lleno de inocencia. Y los meses se nos ofrecen de nuevo uno tras otro en el mismo orden, como hojas en blanco de un cuaderno, que podremos rellenar como nos parezca. Y lo mejor es empezar haciendo buena letra, porque si ya empezamos con los borrones!
¿Se imaginan lo que sería si viviéramos de un tirón? Sin años, sin meses, sin semanas... Convenciones: tiempo, espacios, que intentan simplificar la vida, y la terminan complicando... todavía más.
En esta época, cuando algo termina y otra cosa comienza, desfilan por nuestra memoria todo lo que ha pasado este año, a nivel personal, como social, político, internacional, en fin, lo que pasó en general. Sacamos conclusiones, y más tarde o más temprano tomamos resoluciones para que el año que comienza sea lo mejor posible. Y el año es buenito, porque todavía está en pañales, todavía no ha hecho nada de malo, está lleno de inocencia. Y los meses se nos ofrecen de nuevo uno tras otro en el mismo orden, como hojas en blanco de un cuaderno, que podremos rellenar como nos parezca. Y lo mejor es empezar haciendo buena letra, porque si ya empezamos con los borrones!
¿Se imaginan lo que sería si viviéramos de un tirón? Sin años, sin meses, sin semanas... Convenciones: tiempo, espacios, que intentan simplificar la vida, y la terminan complicando... todavía más.
Imagen: "Tiempo", Omar Santana, en Cubaencuentro
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