Derecha e izquierda. La razón de ser de los conceptos.
La semana pasada un post mío se abría diciendo que es iluso intentar dejar de lado los conceptos de derecha e izquierda, ensañándome con algunas frases muy precisas de un artículo que había llegado a mis manos a principios de este mes. Éste, en el intento de ampliar los márgenes de análisis, los restringía, según mi parecer. Pues si el artículo hubiera expresado concretamente que si un estudio o análisis toma como únicas variables la derecha y la izquierda -en cuanto polos extremos de un continuum que va de progresismo a conservadurismo- el resultado será absurdo, y no representará en absoluto una realidad política -cualquiera que ella fuera, entonces yo habría estado de acuerdo.
El problema es que los conceptos de derecha e izquierda explican hoy un montón de cosas, que no son las mismas cosas que explicaban hace 20, 30 o 50 años, y por eso mismo no se los puede deshechar de un plumazo.
El problema es que los conceptos de derecha e izquierda explican hoy un montón de cosas, que no son las mismas cosas que explicaban hace 20, 30 o 50 años, y por eso mismo no se los puede deshechar de un plumazo.
El escenario político actual es muy complejo, y el abordaje de la realidad no puede hacerse desde una sola dimensión. Tal es así, que los politólogos necesitan la colaboración de la sociología, la psicología social, la antropología, la historia, la economía, y algunas otras ramas de la ciencia para poder explicar un escenario de manera rigurosa. Evidentemente querer explicar todo con derechas e izquierda, no sólo es irrisorio, si no llanamente idiota, y no tiene nada de científico, ni siquiera de sentido común. Pero querer arrancar de raíz estos conceptos, no me parece útil, ni tampoco facilita la tarea.
Hoy día estos conceptos raramente pueden considerarse como valores polares -al mejor estilo parsoniano- pues bajo uno u otro se acomodan infinidad de grupos sociales y valores altamente disímiles entre ellos.
Otra cosa que quería agregar, por algo que quedó colgado en uno de los comentarios que hizo Guillermo, es que el universo de análisis debe ser trazado según el objeto de estudio. Tranquilamente puedo hablar de populismo en la década del '50 en Argentina, de populismo en la década del '90 y actualmente en Europa (hablando por supuesto de partidos que aspiran al poder y no de gobiernos) y de populismo en la Venezuela de Chavez. Pero en ningún caso estaré hablando de lo mismo (lo aclaro para que no aparezcan después los comentariosdel tipo: no es lo mismo, se está mezclando todo, etc.). Ése es el punto. Un concepto puede abarcar muchos casos totalmente diferentes, salvo el punto en el cuál el concepto es distintivo. Si un concepto fuera absolutamente relativo, no sería un concepto, pues podría aplicarse a todo, y al mismo tiempo no estaría definiendo nada. Para explicar esto podríamos tomar el ejemplo de una paleta de colores. Veamos, el color verde, hay muchos tipos de verde, en una gama de colores vemos verdes más claros, otros más oscuros, otros que se acercan más al amarillo, y otros más azulados, pero hay un punto en que el color no es más verde, o al menos es dado llamarlo diferentemente. ¿Cuál es la frontera en que un color pasa de llamarse verde, a llamarse otra cosa? Digamos que (no sé estoy suponiendo) hubiera un determinado porcentaje de amarillo, de verde, o rojo, de saturación , contraste etc., que al sobrepasarlo (por exceso o por defecto) esté indicando que allí se pasa del verde a otra cosa. Bueno, un poco así sucede con los conceptos, ciertas características delimitan (1) que un gobierno, líder, partido, grupo, etc. sea populista, o socialista, o de derecha, o lo que fuere. Lo cual no quiere decir que la presencia de otras características impidan usar los conceptos anteriores.
Para llevar la pregunta al tema que nos ocupa hoy, podríamos decir: ¿Cuáles son los valores necesarios que deben encontrarse para que un objeto (partido, gobierno, persona, grupo, etc.) pueda ser calificado como de "derecha o de "izquierda"? Aquí pasamos al contenido de los conceptos, otro tema muy polémico del cuál ya hablaremos. Dejo la pelota picando hasta la próxima... (¡ah, espero sus comentarios! Hagan olas).
(1) Quiero hacer una aclaración al pie: la mayoría de los conceptos en ciencias sociales carecen de esta claridad de definición, por lo que el valor de un concepto se define por convención. Y así volvemos a la historia que empezamos la semana pasada, que hoy, tal vez, se entienda un poco mejor.
Hoy día estos conceptos raramente pueden considerarse como valores polares -al mejor estilo parsoniano- pues bajo uno u otro se acomodan infinidad de grupos sociales y valores altamente disímiles entre ellos.
Otra cosa que quería agregar, por algo que quedó colgado en uno de los comentarios que hizo Guillermo, es que el universo de análisis debe ser trazado según el objeto de estudio. Tranquilamente puedo hablar de populismo en la década del '50 en Argentina, de populismo en la década del '90 y actualmente en Europa (hablando por supuesto de partidos que aspiran al poder y no de gobiernos) y de populismo en la Venezuela de Chavez. Pero en ningún caso estaré hablando de lo mismo (lo aclaro para que no aparezcan después los comentariosdel tipo: no es lo mismo, se está mezclando todo, etc.). Ése es el punto. Un concepto puede abarcar muchos casos totalmente diferentes, salvo el punto en el cuál el concepto es distintivo. Si un concepto fuera absolutamente relativo, no sería un concepto, pues podría aplicarse a todo, y al mismo tiempo no estaría definiendo nada. Para explicar esto podríamos tomar el ejemplo de una paleta de colores. Veamos, el color verde, hay muchos tipos de verde, en una gama de colores vemos verdes más claros, otros más oscuros, otros que se acercan más al amarillo, y otros más azulados, pero hay un punto en que el color no es más verde, o al menos es dado llamarlo diferentemente. ¿Cuál es la frontera en que un color pasa de llamarse verde, a llamarse otra cosa? Digamos que (no sé estoy suponiendo) hubiera un determinado porcentaje de amarillo, de verde, o rojo, de saturación , contraste etc., que al sobrepasarlo (por exceso o por defecto) esté indicando que allí se pasa del verde a otra cosa. Bueno, un poco así sucede con los conceptos, ciertas características delimitan (1) que un gobierno, líder, partido, grupo, etc. sea populista, o socialista, o de derecha, o lo que fuere. Lo cual no quiere decir que la presencia de otras características impidan usar los conceptos anteriores.
Para llevar la pregunta al tema que nos ocupa hoy, podríamos decir: ¿Cuáles son los valores necesarios que deben encontrarse para que un objeto (partido, gobierno, persona, grupo, etc.) pueda ser calificado como de "derecha o de "izquierda"? Aquí pasamos al contenido de los conceptos, otro tema muy polémico del cuál ya hablaremos. Dejo la pelota picando hasta la próxima... (¡ah, espero sus comentarios! Hagan olas).
(1) Quiero hacer una aclaración al pie: la mayoría de los conceptos en ciencias sociales carecen de esta claridad de definición, por lo que el valor de un concepto se define por convención. Y así volvemos a la historia que empezamos la semana pasada, que hoy, tal vez, se entienda un poco mejor.
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