¿Cuán lejos estamos de los huracanes?
Si es cierto, toda distancia es relativa, nada puede medirse "absolutamente". Pero dejémonos de suspicacias filosóficas. No me refiero sólo a una distancia geográfica, por supuesto.
Pareciera que la única tragedia que ha tocado realmente el centro del mundo fue aquél 11 de setiembre que las torres cayeron. Desde allí el resto de las tragedias son "catástrofes periféricas" ( suceden todos los días!!!!) De todas nos encontramos más o menos cercanos, y en cada una buscamos un vínculo que nos una.
Entonces las cadenas televisivas de diferentes países buscan entre las víctimas de los desastres a sus compatriotas, (¿qué sentido tiene?) pero no son todas víctimas iguales? si las bombas, los atentados terroristas, los huracanes, los tsunamis, las inundaciones y los incendios arrasan sin mirar a quien, ¿por qué los periodistas van buscando los connacionales (emigrados, turistas, etc.) entre las víctimas?
Creo tener una idea de por qué.
Creo tener una idea de por qué.
Porque nos hemos vuelto demasiado inhumanos.
Para la televisión es necesario llamar la atención de su audiencia para vender ($$), ("money" - y no "love" cómo creíamos algunos ilusos idiotas- "makes the world turn") entonces las primeras imágenes devastadoras nos ponen la piel de gallina, pero después qué?
Mantener un tema en los medios durante una semana cuando su epicentro está "lejos" es una tarea casi imposible en la era de la imagen a velocidad luz, donde impera el análisis de "superficialidad" (que sobre todo debe aparentar conclusiones profundas, pero mechadas con humor cotidiano porque si es muy denso no vende). Por eso lo que hace falta para seguir exprimiendo una noticia es encontrarle los ribetes dramáticos más cercanos que se pueda, entonces es necesario contar la historia de una compatriota cuya vida se vio truncada por la tragedia. El resto de las víctimas-no-compatriotas quedan fuera de foco, pasando a ser una especie de "víctimas de segunda".
Cuándo fue que nos volvimos tan insensibles. ¿Somos nosotros, que nos desinteresamos del otro, o son los medios que nos instigan a pasar de lo importante a lo trivial en un abrir y cerrar de ojos, haciéndonos dejar de lado la reflexión, e impulsándonos a consumir nueva información sin haber digerido la anterior? Ni nosotros ni los otros, todos. Todos nos vamos deshumanizando de a poco, todo nos parece lejano cuando en realidad es tan cercano. Personas como nosotros.
Quizás en otros tiempos ni siquiera nos hubiéramos enterado de lo que sucedía en otras latitudes, hoy el mundo es tan pequeño, todos nos enteramos de todo. (¿de todo?) ¿qué hacer con ese saber, con esa información? No podemos descartar la vida cotidiana y los problemas que nos tocan de cerca para ocuparnos de lo que sucede en el otro lado del mundo, pero no basta con mirar y decir ¡qué barbaridad! y seguir como si nada.
Es necesario ajustar cuentas con la relación que hoy tenemos con la información y definir un compromiso. Afirmarnos frente a los abusos que no estamos dispuestos a aceptar y darnos ciertas reglas, propias y personales, para tratar y analizar la información, cual valores (si recordamos qué son) que intentaremos respetar conscientemente. Creo que nos humanzaría un poco.